martes, 21 de agosto de 2007

Conociendo a Herminia

Educadora y escritora argentina, nació en Pigüé, el 12 de Septiembre de 1.897 y murió a los 57 años, víctima del cáncer en Capital Federal, el 9 de Enero de 1.954. Fue una mujer libre e independiente, tenaz en sus creencias que debía luchar sin claudicaciones contra la desigualdad social en todas sus manifestaciones. Su vida transcurrió en uno de los períodos más ingratos para la mujer, cuando éstas reclamaban acceso a estudios superiores, derechos civiles amplios y políticos. Y por sobre todo expresaban la aspiración de lograr su independencia económica: querían trabajar y reclamaban mejores sueldos para su trabajo. Hija de Juan Bautista Brumana y Delia Piatti, de origen italiano, poseedores de gran espíritu de iniciativa se preocuparon por la educación y formación de sus hijos. Como en Pigüé no había escuela secundaria, Herminia siguió la carrera docente en Olavarría. En la Escuela Normal Nacional de esta localidad, obtuvo el Primer Premio (una medalla de oro), en el concurso literario de la Biblioteca Popular, en 1.916, con su trabajo "Influencias de las Bibliotecas populares en la cultura de los pueblos y apoyo que éstos deben a dichas instituciones".

Actuó como docente en su pueblo natal, en 1.917, en la Escuela Nº 3, a cargo de 5º grado. Allí desarrolló sus proyectos de escuela integral: hizo que sus alumnos cultivaran una huerta, mantuvieran un gallinero y realizaran trabajos de carpintería.
También fundó y dirigió una revista literaria “Pigüé” de idea y crítica socialista. Esta iniciación periodística coincidió con su colaboración en diferentes periódicos y revistas del país.
Fue una entusiasta propulsora de la Biblioteca Popular, colaborando en su organización.
Consiguió su traslado en 1.921 a una escuela en Quilmes, a causa de su matrimonio con Juan Antonio Solari. El era un escritor y político socialista.
Desde 1.921 a 1.930 fue maestra de grado y luego, hasta 1.932, ejerció cargos directivos. En 1.943 fue dejada cesante por no considerarla adicta al régimen imperante y es reintegrada a su puesto por un excompañero de tareas en la Sociedad Argentina de Escritores, quien conoce sus valores espirituales. Continua ejerciendo la docencia en Capital hasta su muerte.

Desde joven se consagró a lo que consideraba su misión: informar, instruir, formar, sin acatar a ninguna presión contraria a su ideal.

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